Orar Tu Reino Venir es orar por un cambio en el mundo que nos rodea.
Es anhelar que las cosas sean diferentes.
Imaginar la transparencia en una cultura de noticias falsas.
Para encontrar compasión en una sociedad que recurre tan fácilmente a la vergüenza y la culpa.
Anhelar la gracia, la misericordia y la paz en un mundo ansioso y temeroso (2 Juan 1.3)
Pero orar Tu Reino Ven es primero orar por un cambio dentro de nosotros mismos.
Porque aquí es donde debe comenzar el cambio que buscamos.
Orar esta oración es anhelar vivir cada vez más a la luz de Cristo.
Es comprometernos nuevamente cada día para tomar el camino que es el amor a Dios, el amor al prójimo y el amor por la tierra y sus criaturas.
Es asentir a la vida de Dios dentro de nosotros.
Tal cambio será exigente.
Nuestras prioridades deberán ser examinadas y recalibradas.
De muchas maneras podemos encontrarnos comprometidos.
Tanto parte del problema como parte de la solución, aceptar las formas en que están las cosas, carecer de la imaginación o el coraje de vivir en el camino de Jesús.
Rezar tu Reino Ven es una cosa costosa.
Pero este cambio también será liberador.
Orar Tu Reino Venir es entrar en la libertad de seguir el llamado de Dios a la vida y la misión en el camino de Jesús.
No hay nada como ser quien eres llamado a ser y hacer lo que estás llamado a hacer.
El monje Thomas Merton escribió memorablemente este descubrimiento en su propia vida:
Pertenecí a Dios, no a mí mismo; y pertenecerle es ser libre.
A medida que este sentido de libertad se profundiza, podemos encontrarnos anhelando la misma libertad para quienes nos rodean.
Rezar Tu Reino Ven ahora se convierte en una invitación a otros para compartir el camino que nosotros mismos tomamos cada día.
Es para orar para que aquellos con quienes vivimos y trabajemos también puedan estar abiertos al encuentro con el extraño que se le acerca en el camino (Lucas 24.13-25).
Es demasiado tiempo que ellos también puedan encontrar sus corazones ardiendo dentro de ellos, y que con el tiempo con los ojos abiertos puedan reconocer a Cristo resucitado con ellos y dentro de ellos.
Cuando oramos tu Reino Ven, no estamos solos.
Oramos con innumerables otros orando esta oración en todo el mundo y a través del tiempo.
Orar tu Reino Venir es también, vitalmente, orar con el que nos dio la oración más larga de la cual proviene la línea (Mateo 6.5-15).
Es parte de una oración personal, formada en la vida de Jesús.
Al orar esta oración, oramos con él, y él ora en nosotros.
Y así podemos orar con confianza y con amor ... Venga tu reino.